Todo sobre el Trastorno por Déficit de Atención

El Trastorno por Deficit de Atención, o TDA, es una dificultad que presenta el niño, joven o adulto para realizar exitosamente tareas en las que está involucrado el aprendizaje verbal, la memoria de trabajo, la flexibilidad cognitiva, la planificación, la resolución de problemas y hasta la capacidad para inhibir una respuesta. Es por ello, que se habla de un trastorno complejo, porque las habilidades de atención están involucradas en un sin fin de funciones cognitivas, que generan el éxito o fracaso académico, y posteriormente laboral.

El Trastorno por Déficit de Atención, según el DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, elaborado por la Asociación Americana de Psiquiatría) está dentro de la categoría de los Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia. Y lo dividen en tres tipos: con predominio del déficit de atención (TDA), con predominio hiperactivo-impulsivo (TDHA) o del tipo combinado.

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Sospecha de un TDA o TDHA

Muchos padres tienen la sospecha de que su hijo pueda tener algún problema de atención o de hiperactividad, pero realmente no están seguros. Por ello, les recomendamos que conozcan ciertas estrategias para promover la Atención y la Concentración (en chicos y grandes). Pero si al cabo de unos meses no logras ver avances, sería recomendable ir con un especialista.

El proceso ideal a seguir sería: primero deberán ir con un terapeuta psicopedagógico, que por medio de una Valoración Psicopedagógica completa podrá identificar si existen componentes y conductas específicas para este diagnóstico; para posteriormente asistir con un Neurologo, que por medio de la valoración realizada y otros estudios determinará si realmente el niño presenta o no un Trastorno por Déficit de Atención. Es por ello, que el único que puede realizar el diagnóstico es el Neurólogo o un Psiquiatra.

Pero, ¿qué conductas pueden hacerme a mi pensar que mi hijo pueda presentar una dificultad en esta área? A continuación te daremos unas conductas típicas de cada tipo de Deficit de Atención.

Inatención o Desatención Hiperactivo e Impulsivo
Aunque le hayas explicado reiteradas veces cómo una situacion es peligrosa, sigue poniendose en riesgo. Se mueve constantemente sin importar donde esté. Y por mas que se le indique que deje de moverse lo sigue haciendo.
Deja las cosas inconclusas. Corretea en exceso.
Comienza a hacer algo, pero cualquier cosa del ambiente genera que desista de la actividad. Continuamente busca en donde encaramarse o montarse.
No se fija en los detalles Comete errores por precipitación (se le cae el vaso de agua por tomarlo rápidamente).
No sabe dónde dejó alguna cosa. Las esperas lo impacientan. Se le dificulta esperar turnos.
Parece no escuchar. Habla en exceso.
Presenta dificultad para organizarse y determinar prioridades Se le dificulta jugar juegos tranquilos.
Olvida encargos o tareas Se emociona mucho en los juegos activos.

Si tu hijo presenta muchas de estas conductas, las ha venido presentando por períodos prolongados de tiempo (6 meses), y las presenta en diversos contextos (casa, escuela, etc.); te recomendamos que busques a un psicológico infantil, especialmente un psicopedagogo, para que evalúe a tu hijo.

 

Areas afectadas en un chico con Déficit de Atención

Barkley (2006), expresa que las funciones más afectadas en los niños, jóvenes y adultos con TDHA son las siguientes:

Percepción del tiempo

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Existe una percepción alterada del tiempo, ya que siente que éste pasa más lentamente. Esto afecta directamente en su capacidad para:

  • Planificar una actividad
  • Organizar prioridades
  • Terminar a tiempo actividades
  • Aceptar recompensas a largo plazo
  • Reconocer la importancia de cuidar su salud para tener una vida longeva

 

 

Memoria de trabajo no verbal

Capacidad para mantener presente una información, y así poderla asociar o comparar con nuestros recuerdos para tomar decisiones. Esto genera que no puedan predecir el futuro como consecuencia de sus actos presentes, afectado así su capacidad para:

  • Comprender de forma inmediata los gestos y actitudes de las personas a su alrededor.
  • Comprender el contexto en el que está inmerso y las consecuencias que esto puede acarrear.
  • Identificar si su actuar es el correcto o no.

Todos estos elementos logrará ponerlos en contexto tiempo después, ya cuando pueda analizar la situación (en niños pequeños lograr esto es muy complicado por sí mismo), pero si se presenta otra situación presentará la misma dificultad.

 

Memoria de trabajo verbal

Capacidad de recordar momentáneamente una información expresada verbalmente, permitiendo así que el individuo logre retener una información verbal, analizarla y poder dar una respuesta.

  • Comprensión lectora
  • Autocontrolarse, al recordarse a sí mismo las reglas y normas
  • Habla interiorizada

 

Autorregulación de las emociones

La Autorregulación es la función del ser humano para activar o disminuir una acción, sea esta afectiva/emocional, motivacional y conductual. La autorregulación de las emociones le permite a ser humano regular la actuación de una emoción tras una situación. Si esto no ocurre:

  • Las personas tienden a mostrar abiertamente sus emociones, sin regular el sitio o la situación.
  • No logran prever (por la dificultad en la memoria de trabajo no verbal) si su expresión es la adecuada o no.
  • Pueden ser muy efusivos con otras personas, sin logran definir si es adecuado dicho nivel de intimidad.

Todo esto Se percibe en el exterior como una sobre-exaltación, que genera aislamiento del medio hacia la persona. Es decir, el ambiente social se deteriora, ya que sus pares perciben estas conductas como inadaptadas.

 

Motivación Intrínseca

Es la capacidad de autorregular el deseo de ejecutar una actividad. Es la que te permite hacer cosas sin requerir de agente externos que te lo estén exigiendo. Por lo que al tener afectada esta función autorreguladora el sujeto:

  • Motivadores externos a corto plazo.
  • Aprender a buscar motivadores que le permitan ejecutar y terminar sus actividades.

 

Análisis y Síntesis

Es la capacidad para descomponer una situación en partes para poderla comprender mejor, y posteriormente agrupar dichas partes y crear una solución. Esta función ejecutiva le permite al individuo:

  • Crear y Organizar estrategias para soluciones de problemas.
  • Comprender la información recibida.
  • Fomentar el desarrollo de la creatividad.
  • Explorar todas las posibles soluciones de un problema.

 

Inhibición de Conductahiperactividad

“Capacidad de responder -o no- a los acontecimientos que ocurren alrededor, en función de lo que se demande hasta el momento” (Barkley, 2006, p.301). Por lo que los chicos con este diagnóstico presentan dificultad para:

  • Parar ante una situación y pensar en las posibilidades, antes de actuar.
  • Pensar en la respuesta más acertada ante una pregunta.
  • Detenerse de realizar una acción una vez iniciada, aunque se le solicite.
  • Tomar decisiones de forma rápida.

 

Autorregulación o autocontrol

Es la capacidad que tiene una persona de identificar que su conducta no es la adecuada, detenerla inmediatamente y poderla modificar para ocasiones futuras. Por lo que al haber dificultades en la autorregulación los chicos no logran identificar en el momento que la conducta no es la adecuada, sin embargo posteriormente si logran darse cuenta.

 

Atención Selectiva

Es la capacidad para centrarse en un estímulo determinado, obviando los demás estímulos del medio ambiente. Esta capacidad no se ha desarrollado en los chicos con TDHA, por lo que todos los estímulos del ambiente pueden convertirse en foco de atención en cualquier momento. Esto en algo fisiológico, en donde el chico no lo puede controlar, y solo por medio de medicamento* y estrategias terapéuticas logrará hacer uso de herramientas para evitarlo.

*dependiendo del nivel de TDHA que presente el paciente.

 

Lenguaje-Pragmática

Las personas con TDHA muestra dificultades en el lenguaje, específicamente en:

  • Cambio inesperado de tópicos de temas, sin que éstos tenga relación entre ellos.
  • Dificultad para iniciar y una conversación adecuadamente.
  • Lenguaje acelerado durante las conversaciones casuales.
  • Atención localizada a algún echo de interés sobre lo que el otro expresa, perdiendo toda la idea general.
  • Dificultades para contar una historia, dar una instrucción o responder a preguntas dentro del ámbito formal.
  • Dificultad para comprender el contexto donde se está llevando acabo la comunicación, por lo que puede manifestar conductas inapropiadas.
  • Dificultad en expresar de manera clara y precisa la idea que desea transmitir, por lo que generalmente deambula en sus ideas mientras la expresa a los demás.

 

Planificación

Es la capacidad para anticipar las acciones que se deben realizar para lograr los objetivos planteados, siguiendo los pasos para alcanzarlos.

Cervan y Romero (2010) exponen que al presentar problemas en la planificación y organización los chicos no logran regular cuándo deben hacer algo, ni dónde deben hacerlo. Un ejemplo común en donde se observa esto, es cuando un chico grita en medio del salón de clases. Para él, estaba desesperado por la clase tal vez, y sabe que en lugares abiertos como un parque puede gritar sin problemas, pero en esta ocasión no logro controlar el estímulo interno.

 

Medicar o no medicar

Si tu hijo ya ha sido diagnosticado con Deficit de Atención, del tipo inatento, del tipo hiperactivo-impulsivo o del tipo mixto, posiblemente te hayan recomendado que lo mediques. El medicamento recomendado para este diagnóstico (y solo dependiendo de las causas del mismo) son los psicoestimulantes, el más común es el metilfenidato. Este medicamento actúa directamente en los neurotrasmisores de la dopamina y la noradrenalina, logrando así minimizar los síntomas propios del TDHA.

En mi practica privada, me han llegado un sin fin de padres muy preocupados por la idea de medicar a sus hijos, tienen miedo de lo que les pueda ocurrir, que les cambie la personalidad, que se hagan adictos, entre otros.

Para evitar este tipo de cosas, es muy importante que los padres vayan con un neurólogo, el cual determine realmente si su hijo es candidato o no para un medicamento, y que ademas les explique cuáles pueden ser los efectos secundarios y cómo identificarlos, con el fin que el doctor pueda modificar la dosis o incluso el medicamento en caso de ser necesario.

Si un medicamento está bien recetado para su hijo, no debería presentar ni cambios en su personalidad, ni mucho menos adición; y por el contrario los beneficios que va a conseguir su hijo será increíbles. El medicamento bien recetado le va a permitir a su hijo vivenciar la experiencia exitosa de estar concentrado, de no tener la necesidad de moverse continuamente y hasta de detener la conducta que está ejecutando cuando lo desee, solo por nombrar algunas. (Groenman, Oosterlaan, Rommelse, Agosto 2013)

Es por ello, que cuando su hijo tiene esta oportunidad, y al mismo tiempo asiste a terapia psicopedagógica o de neurodesarrollo (según sea la recomendación), el niño podrá conocer y desarrollar estrategias necesarias para ir abandonando poco a poco las conductas desadaptativas que presentaba y así podrá dejar también el medicamento en el futuro.

Daigre, Terán, García, Roncero, (septiembre 2012) realizaron estudios donde se demuestra que existe una correlación directa entre los niños medicados con estimulantes para el trastorno de déficit de atención y los niños que consumen drogas y se ha descubierto que los niños medicados tienen menor probabilidades de consumir drogas durante la adolescencia.

Es decir, que su hijo tome un medicamento especifico por una situación personal determinada, y que éste esté regulado por un doctor especialista; va a suplir una necesidad real, que en este caso es la incapacidad para prestar atención de forma consistente, lo que le va a permitir conocer cómo es él atento, y así ir desarrollando mayores estrategias para lograr nuevamente esta sensación.

Por lo que si el niño que requiere medicamento para regular su atención, no lo obtiene y vive en la lucha interna continua por conocer este estado, al llegar a la adolescencia y probar alguna droga recreativa del tipo estimulante, conocen su efecto sobre su capacidad de atención y de cierta manera, en algunos casos, siguen consumiendo la droga de forma automedicación para poderme estabilizar sus niveles de atención y concentración, generando así una adicción real.

 

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